Un voluntariado que cambia vidas por medio de la educación

El propósito de la vida humana es servir y mostrar compasión y voluntad de ayudar a los demás. Albert Schweitzer
Si me enseñas Yo aprendo, ese es el nombre de la Fundación en cual es voluntario Leonel Portillo, alumno de la UTH, labora; pero más allá de eso, es también el creador de este proyecto que le dá esperanza a niños con capacidades especiales, y también a sus padres, quienes en algún momento han pensado que la educación no alcanzará a sus hijos por ser diferentes en su aprendizaje.
Leonel Portillo, recibiendo diploma de agradecimiento por su trabajo en la fundación, Si me enseñas Yo aprendo.
"Actualmente tenemos alrededor de 280 personas con discapacidad en diferentes etapas logrando la inclusión y el seguimiento educativo de más de 40 niños que por motivos de discriminación no querían ir a sus escuelas el crear un centro que permita verse a todos por igual y así poder llegar a estas 280 familias", dice Portillo.
La sensibilidad social Leonel la trae en la sangre, está muy enfocado en seguir apoyando a este proyecto y en el futuro ir más allá de la región donde operan: el Occidente del país. Y es que a educación cambia vida y eso, él y todos los voluntarios que apoyan a la fundación lo saben.
Leonel, quien es estudiante de Marketing en la UTH, comenzó colaborando en el Instituto Juana Leclerc y luego le surgió a idea de crear la fundación, una idea que le valió para que los directivos de la institución lo eligieran como el director de la misma.
Su trabajo consiste en dirigir todo el proceso de educación para jóvenes, niñas y niños con discapacidad que han sido víctimas de discriminación en las comunidades, buscar y seleccionar maestros voluntarios para que impartan clases, gestionar diferentes apoyos con los entes de trabajo del área de discapacidad como ser apoyos económicos, apoyos en alimentación, apoyos en salud y demás apoyos. Entre otras actividades.
Grupo de estudiantes de la Fundación Si me enseñas Yo aprendo, recibiendo su diploma.
Leonel dice que "Para la proyección con el sector (social) me ha servido de mucho cada uno de los aspectos aprendidos en la Universidad, ya que cada proceso de negociación de proyectos para niños con discapacidad, los he realizado tomando en cuenta lo enseñado en cada clase adquirida en la UTH y ese es el baluarte de la universidad, generar un mecanismo de aprendizaje en la que el alumno adquiera sensibilidad humana y sobre todo proyección con diferentes sectores, cabe recalcar que no recibo ningún tipo de sueldo por la labor con la fundación todo lo hacemos de manera voluntaria"
"Me identifico con varios grupos en primer lugar con niños con discapacidad que no tuvieron la oportunidad de estudiar, con madres de familia que han tendido que trabajar por el desarrollo de sus hijos y ver el cambio en ellos. Con las familias de escasos recursos que tienen limitadas las oportunidades para poder salir adelante", concluye.
"La enseñanza que deja huella no es la que se hace de cabeza a cabeza, sino de corazón a corazón", Howard G. Hendricks.
Grupo de jóvenes con capacidades especiales, el día de la su graduación.
"La discapacidad es natural. Debemos dejar de creer que las discapacidades hacen
que una persona deje de hacer algo. Tener una discapacidad no me impide hacer cualquier cosa"
Benjamin Snow
Derechos de Autor a Universidad Tecnologica de Honduras